¿Quién es aquella chica de los sueños? ¿En que instancia del yo me encuentro? Sueño con gustos, licuados de banana, mixtos. Casi siempre me persiguen. Nunca te encuentro.
Hoy soñé que una ciudad entera se caía a pedazos (¿era esta la tierra prometida?), y mi sueño, como si fuera un cuento, terminaba con una frase que decía algo así: "Mientras por debajo de sus pies el mundo se derrumbaba, ella se daba cuenta de que por encima no había nada."
martes, 31 de mayo de 2011
lunes, 30 de mayo de 2011
¿Qué puede llevar a una persona a...? Hoy: crear un blog
El 1er post. Y lo difícil de comenzar. ¿Cómo se empieza algo así? ¿Sobre qué debería escribir? Creo que la pregunta del título sería un buen comienzo en un día como hoy en que, después de meditarlo por un tiempo, de vacilar, decidí finalmente abrir este blog. ¿Por qué entonces un ser opta por este novedoso sistema de comunicación? ¿Por el simple hecho de dar a conocer sus reflexiones, ideas, su arte en general? ¿Por sentirse menos solo? ¿Para probar de algún modo que hay alguien más allá afuera (del otro lado)?
En mi caso, nada de eso, sino algo mucho más simple y burdo: las feroces ganas de no hacer absolutamente nada. Esto es algo para hacer del tiempo.Es que el día pasa de un modo tan absurdo. Pasa y ya. Hay una distancia tan cruel entre el día y la noche. Eso que llamamos horas, ese peso sobre las agujas que nos hace ser tan poca cosa. La luz se mueve, eso es lo único que sabemos. Se mueve y se hace sol, y luna, y estrellas. Y me hace ser sombra. Y marca mis pasos, mostrándome que no voy a ninguna parte. Las horas se disuelven en palabras, en libros, en música. A veces en besos, otras en lágrimas. En cientos de pestañeos. Pero nada más. A veces los días nos dan un título, un hijo, un amor más, un amor menos. Y somos mucha carne, a veces alma.
Yo hoy decidí hacer del tiempo teclas y códigos numéricos que viajan a través de un sistema para mí incomprensible, y que transmiten este texto a los lugares más remotos, a todo el que lo quiera leer, es decir, a nadie.
Pero por si acaso, por si entre esos milagros que la vida nos brinda se encuentra el de que alguien, tal vez alguien oriundo de Liloan, lea este post, voy a dedicar el primer tema. Para todos aquellos que pasan el tiempo haciendo tiempo.
En mi caso, nada de eso, sino algo mucho más simple y burdo: las feroces ganas de no hacer absolutamente nada. Esto es algo para hacer del tiempo.Es que el día pasa de un modo tan absurdo. Pasa y ya. Hay una distancia tan cruel entre el día y la noche. Eso que llamamos horas, ese peso sobre las agujas que nos hace ser tan poca cosa. La luz se mueve, eso es lo único que sabemos. Se mueve y se hace sol, y luna, y estrellas. Y me hace ser sombra. Y marca mis pasos, mostrándome que no voy a ninguna parte. Las horas se disuelven en palabras, en libros, en música. A veces en besos, otras en lágrimas. En cientos de pestañeos. Pero nada más. A veces los días nos dan un título, un hijo, un amor más, un amor menos. Y somos mucha carne, a veces alma.
Yo hoy decidí hacer del tiempo teclas y códigos numéricos que viajan a través de un sistema para mí incomprensible, y que transmiten este texto a los lugares más remotos, a todo el que lo quiera leer, es decir, a nadie.
Pero por si acaso, por si entre esos milagros que la vida nos brinda se encuentra el de que alguien, tal vez alguien oriundo de Liloan, lea este post, voy a dedicar el primer tema. Para todos aquellos que pasan el tiempo haciendo tiempo.
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